Rob Cohen, director de la primera cinta Fast and Furious y Stealth, ahora adapta una historia del género policiaco.

Alex Cross, teniente de la policía de Detroit, es un agente que pasa sus días persiguiendo criminales de todo tipo, también un hombre de familia al que prácticamente no le falta nada, sin embargo todo está a punto de tomar un giro inesperado cuando un nuevo villano entra en escena, un sádico asesino a sueldo que no se detiene por nada.

Con los papeles protagónicos de Matthew Fox (Lost) y Tyler Perry, mejor conocido por sus películas “Madea´s” (dramas familiares de un humor irreverente), además de otras caras conocidas como Jean Reno, Edward Burns y Rachel Nichols, se trata de una historia que presenta y adapta el personaje Alex Cross de las novelas de crimen y misterio escritas por James Patterson.

Una cinta normalmente criticada y mencionada como “intento de crear una franquicia en cine” que toma el personaje mencionado y le construye una especie de precuela a lo narrado en las novelas, enfrentándolo con un asesino a suelo protagonizado por Matthew Fox, quien cambia totalmente en esta película (a sus papeles acostumbrados) para entregarnos un personaje trastornado y que disfruta observar el dolor en otros; este es el caso de Cross, quien se da a la tarea de capturarle a toda costa, algo que lo pondrá en una espiral donde todo aquel que le rodea correrá peligro de morir o mejor dicho, de ser asesinado.

La cinta se inclina más al suspenso que a la acción, manejando esto de buena forma y sobre todo al villano como alguien de un temperamento volátil e iracundo en el interior, capaz de hacer cualquier cosa y contra cualquiera; mencionado esto es claro decir que las actuaciones están por encima de lo esperado y manteniendo siempre detalles que brindan interés sobre los personajes, dejando al final un drama que no solo se interesa en seguir una historia de crimen, también las complicaciones personales y familiares que esto conlleva.

Alex Cross, personalmente una buena sorpresa que sin duda ha pasado totalmente desapercibida… claro, menos a la crítica.