Otra serie basada en un popular videojuego del que todos esperan ahora su secuela.

Falta muy poco para el lanzamiento de Dragon Age 2 y mientras tanto puede ser un tiempo de oportunidad para conocer el primer arco de este comic, que si bien no es perfecto tiene puntos a su favor.

Ok no he jugado Dragon Age aunque tengo una idea general (y de hecho, tengo el juego ja!) y por lo visto el comic únicamente toma el material original como una base para presentar una historia ajena que de todas formas seguramente tiene relaciones que se fortalecerán en un futuro.

A cargo de la historia están Orson Scott Card y Aaron Johnston, que trabajaron juntos en otra serie que es excepcional Ender In Exile y que de entrada, además de lo obvio (el videojuego) llamó mi atención positivamente.

En general y aunque no es realmente sorpresivo, la premisa y desarrollo cumplen con un poco más de lo que cualquiera esperaría, los personajes resultan interesantes al tiempo que la acción los mueve por un mundo extraño incluso para ellos y el desenlace tiene un poco de originalidad en el sentido que no es demasiado obvio. Pero si hay un gran problema en general a través de los seis números, que se siente demasiado resumido o apresurado y al no dar tiempo suficiente para cada etapa, nunca termina por complacer completamente.

Las ilustraciones por Mark A. Robinson empatan con el estilo de la historia y parecen suficientes para mostrar con detalle lo que interesa, a pesar de que la diagramación puede sentirse brusca por momentos, por el motivo que ya mencione.

Al menos para mí, resulta un poco extraño encontrar a tres mexicanos en el mismo título. Con Raúl Treviño como colorista, y el duo de Edgar Delgado y Humberto Ramos en las portadas. Puntos que también resultan bastante buenos y llamativos, consiguiendo mejorar la imagen del comic.

Parece ser que esta serie tendrá futuro por un tiempo y muy posiblemente mejore (al menos en cuestión de tiempos que es el único punto en contra) ahora que termino su primer arco con buena aceptación. Aunque si algo me encantaría, es algunos extras o pin-ups por parte de los involucrados.