Un cómic que llego sin demasiada promoción, pero que en sus páginas contiene algo con suficiente fuerza para sostenerlo hasta el final.

Escrito por Jonathan Ross e ilustrado por Tommy Lee Edwards (Marvel 1985), este cómic nos introduce totalmente en un New York de los años 30 durante la prohibición, en una escena plagada de criminales violentos, fuerzas de la ley corruptas y algo más que normalmente habría sido una fantasía fallida.

Hay algo bastante interesante en este título comenzando por una portada que combina elementos noir con horror y sci-fi, lo que rápidamente llama la atención y casi nos obliga a por lo menos echar una mirada curiosa al interior. Para descubrir de inmediato que el trabajo visual es atractivo tanto en cada panel (de forma individual) como en la totalidad de las páginas. Para luego comenzar a leer la introducción y afirmar que se sostiene algo especial.

Lo primero que viene a la mente es una historia de mafiosos como El Padrino, pero cuando entran en escena las criaturas nocturnas y además se presenta la primicia de algo espacial, simplemente hay un flash mental que te dice “No, esto no está bien” pero es demasiado tarde, ya estas enganchado porque la historia en general y los diálogos son extraordinarios.

Sé que hay personas a las que les molestara la cantidad de texto en Turf, pero ¿acaso no se supone que son lectores, o solo les gustan los comics por los dibujos? Mencionado eso, si tiene bastante texto pero no es demasiado, es lo justo para la cantidad de información que se maneja.

Positivamente ayuda a crear toda la ambientación que se mantendrá hasta el desenlace, construir personajes interesantes con personalidad y un nivel de complejidad por lo menos no estereotípico. Y da una profundidad a todas las tramas que se manejan, para que al momento de aparecer un vampiro en escena no botes el cómic, sino que de verdad te sorprendas y te atrevas a continuar por la intriga que surge.

Desde mi torcida perspectiva, me parece que Turf es una obra manejada ligeramente de una forma clásica, pues la cantidad de información y presentación de la historia (para ser esta la primera entrega), sumado al estilo de diagramación, el color y las características del relato y personajes; Me recuerdan comics con algunas décadas encima.

Pero del otro lado de la balanza se encuentra este enfoque que involucra elementos de horror y sci-fi, con ilustraciones de rasgos digitales, que llegan a ser el aire fresco para impulsar la imaginación del lector y tentarlo a continuar de cerca esta publicación, que sinceramente me parece bastante atractiva en el punto que para ser el debut, parece estar mejor construida que la gran mayoría de material que aparece mensualmente.

Así que adelante, estoy listo para ser asombrado y si llega con un buen sustento, yo me trago la torta que me sirvan.