Si te gustan las historias extrañas, de horror, sobrenaturales, o sangrientas; no puedes dejar pasar este cómic, que te lleva al extremo.

Ya había comentado el primer número de esta miniserie, que en general mostraba detalles de algo prometedor y con dosis de horror. Pero ahora que ha terminado y sido publicado de forma recopilada por IDW, puedo afirmar que lo esperado por la imaginación del lector es superado en mayoría por los sucesos catastróficos que aguardan en esta historia.

Christina Luna ha vuelto al origen de su infortunio, al pequeño pueblo de Crooksville y lo que debería ser tranquilidad y monotonía, pronto muestra un lado siniestro donde los horrores no aguardan para atormentar a nuestra protagonista y montarla en un viaje frenético que la transportan a través de sus recuerdos, sueños e ilusiones. Todo encaminado a descubrir lo que se esconde tras ese velo creado por la mente para proteger de aquellas cosas tan perturbadoras como la verdad.

Y aunque parece cierto que los mayores males son los psicológicos, los que trastornan a los personajes y los orillan al vacío, también es cierto que no es hasta el momento en que cometen los actos más crueles de forma material que se convierten en una amenaza. Y es justamente eso lo que se enfrenta en esta historia, una maldad creciente en camino a transformarse en una realidad.

Así que The Veil es un cómic con una premisa consistente, una protagonista interesante que atrae la atención y la empatía del lector, personajes secundarios que mueven los hilos de la trama hasta el final y además un desenlace que desde los últimos momentos congelan los nervios al desvelar la cruda verdad enterrada en la memoria de Christina Luna.

Al mismo tiempo que la relación de imágenes y color, ilustra en todo momento una cierta repulsión hacia lo que acontece, los participes y llegado el momento, la misma protagonista. Sin contraponerse a la parte literaria, sino complementando los detalles que juegan para mantener en el lector esa sensación incomoda e inquieta que realza la calidad de la historia.

En su totalidad el equipo de El Torres con Gabriel Hernández presentan una obra de horror con una calidad general superior a la acostumbrada, que sin duda se añade a la corta lista de obras que vale la pena leer e inclusive coleccionar para quienes ni siquiera sean amantes del género, por la idea y manejo de su obra, que es más que suficiente para aumentar el interés por sus trabajos futuros y pasados (para quienes como yo, no lo conocieran)