El inicio de una gran aventura de fantasía llena de acción, misterio, comedia y protagonistas, sin nombre.

Sé que hay un montón de comics como este, pero hasta cierto punto lo que hace sobresalir a este primer número, es la originalidad con la que presenta a sus personajes aun cuando se trata de una situación hasta cierto punto predecible.

Escrito por Jim Zubkavich (Popgun, Street Fighter) “One thousand opas and a dead body” nos presenta con un duo mercenario que a pesar de sus cualidades sobresalientes no parecen ser tomados en serio, manteniendo una cierta rivalidad con la ley del pequeño pueblo donde se encuentran, y donde ocurrirán una serie de eventos catastróficos a raíz de un asesinato.

La relación de estos compañeros aunque simple, causa interés por conocer sus orígenes y la interacción que tienen con otros personajes (como el alguacil del pueblo y el alcalde) es amena en mayoría, manteniendo un toque de frescura y sencillez para no resultar boba o cansada.

Las ilustraciones por Chris Stevens (Popgun, Street Fighter) y Edwin Huang, acompañadas del color de Misty Coats (Dread Force) son bastante buenas y gracias al detalle cartoon, resaltan todos los momentos emotivos que en realidad no dan espacio al descanso.

Pero de todas formas, aunque Skullkickers se trata de un comic interesante, con una buena propuesta y calidad para continuar su pista… carece de algo que lo mantiene en un rango genérico y que de no cambiar para la siguiente entrega podría suponer la pérdida de interés para los lectores más exigentes.

Aunque en lo personal, me parece un buen titulo para llenar el hueco creado por la falta de material no presuntuoso, que la verdad es bastante.