¿Seguimos dispuestos a leer una miniserie sobre conspiraciones, armas secretas y gobiernos opuestos? Uhm…

Publicado por Onipress y escrito por Joe Harris (Joker´s Asylum, Creepy) Este ejemplar nos presenta una situación que hemos visto más de unas cuantas veces, cuando un inspector de armas americano investiga un sitio bastante sospechoso de pruebas rusas, donde es enfrentado por una mujer del gobierno que le corta tajantemente el progreso, ante lo que puede desarrollarse como un thriller de proporciones sobrenaturales.

Hasta aquí la premisa se mantiene dentro del rango común y teniendo otras opciones más llamativas, seguramente este título puede resbalarse de nuestras manos. Pero entonces debe haber algo en sus páginas que se aferre a nuestros dedos ¿verdad?

Por fortuna así es, aunque la verdad es que la portada no es el punto fuerte y no es que me guste cuando llaman a un artista para hacer algo totalmente distinto a lo que se encuentra dentro; Pero la parte visual de este cómic es obra de Steve Rolston, quien hace algunos años me sorprendió con su trabajo en The Escapists (un cómic grandioso por cierto) y aquí lo hace de nuevo.

Los planos, la diagramación y las secuencias, llevan un ritmo perfecto para cada escena y los dibujos interiores resaltan mucho más que en la portada, gracias al complemento de la dinámica y los diálogos. Además de que el color por Dean Trippe también crea toda la atmosfera para sentir que este cómic está vivo (en forma figurada obviamente)

En cuanto a la historia, no comienza con algo super extraño para impactar o crear hype, pero si han tenido la rara oportunidad de ver “The Nightmare Factory” por Joe Harris, seguramente compartirán mi opinión en que hay que esperar un poco para juzgar este material, que de por si, plantea algunas cosas interesantes que dejo sin comentar.

Esta primera entrega no es lo más original del mundo, pero tiene calidad sin lugar a dudas y pienso que vale la pena mantenerse pendiente de lo que ocurre en sus páginas porque podría dar una gran sorpresa al final.