Shadowplay

Cuatro números, dos historias. Amber Benson, Ben Templesmith, Christina Z, Ashley Wood… ¿Hay que decir algo más?

La editorial IDW en el año dos mil cinco publicó casi a la par de Doomed, una serie de cuatro números donde dos escritores y dos artistas del dibujo se unieron para contar dos historias distintas enfocadas al público adulto: Demon father John´s Pinwheel blues y Shunt.

Demon father John´s Pinwheel blues

¿Cuantas historias no hemos escuchado sobre los terrores que se esconden bajo las camas de los pequeños? monstruos deformes con garras afiladas y una mirada asfixiante de la que nadie puede escapar una vez caigas en las redes de estos demonios nocturnos y escurridizos que jamás descansaran dentro de las mentes de cualquier atento a esas sombras siniestras que con sus deformes figuras le advierten el peligro. El peligro de lo desconocido, de lo inquietante, de lo ambiguo. O en este caso, del demoníaco padre John.

En base a una creencia con la que cualquier pequeño se siente identificado, viene esta corta, pero sustancial historia que con los ingredientes narrativos de la escritora y actriz Amber Benson (interpretó a Tara en Buffy la caza vampiros) y las ilustraciones del artista Ben Templesmith (30 days of night, Dead Space) nos despliegan un claro ejemplo de cómo algo tan simple como “el monstruo bajo la cama” puede ser llevado a “Demon father John´s Pinwheel blues” o para ser más específico, un pequeño que escapa de su hogar al sentirse abandonado por sus padres y encuentra algo que va más lejos de todo terror imaginado, un viejo de uñas como garras, con arrugas manchadas de sangre, dientes afilados formados como espinas, pelos despeinados y canosos, un cuerpo marchito de ropas oscuras, un aliento a muerte y unos ojos rojizos a la espera de sus victimas. Pinwheel (como dice llamarse el niño) deberá soportar todo en lo que su mundo se ha transformado y con el tiempo se dará cuenta de aquella inocencia de la que acaba de ser apartado de una forma brutal para siempre. Y en su inquieta mente rondarán las ideas más atroces.

Como muchos se habrán percatado, este cómic no es para los chicos, los intrincados diálogos y sus posibles significados son más complejos de lo que parecen y el trabajo de Ben Templesmith al recrear los personajes que se mueven dentro de la historia deja su marca ya acostumbrada. Se destaca sobre todo el uso dramático de la sorpresa al leer viñeta por viñeta mientras los diálogos complementan lo que tus ojos están por ver al final o en la siguiente página y sobre todo el siniestro diseño del padre John, el cual inmediatamente dicta la personalidad maliciosa y enferma de este.

Demon father John´s Pinwheel blues, un cuento infantil recreado para los grandes que al final deja notar que nada es tan simple a primera vista… o en este caso, a la primera leída.

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