North 40
north 40

Un montón de sucesos y seres extraños empiezan a deambular por este pueblo donde la nada es lo más cercano…

Hace un tiempo comenté el primer número de esta historia de seis partes, que escrita por Aaron Williams e ilustrada por Fiona Staples, nos introdujo a un mundo donde de pronto, un ser (al parecer) imaginado solo en las peores pesadillas, aparecería para crear caos y horror a todos los habitantes de un pueblo en medio de la nada. Con eso se estableció en mi mente que bueno, algo emocionante y asombroso se podría ver en el desarrollo y hasta el desenlace.

El arte sin duda es lo primero que llama la atención, en verdad cada ilustración sin importar su sencillez o complejidad muestran un gran trabajo. Los colores son perfectos, todo es exacto, existe un equilibrio entre la imagen y el texto conforme la narrativa que da una sensación de movimiento, de ángulos que muestran en el momento preciso lo que el autor desea mostrar, ya sea sorpresivamente grotesco u heroico. Demostrando así una especie de aura, un sentimiento de tétrica cotidianeidad que se desenvuelve en el escenario y da vida a este lugar, a este pueblo siniestro donde no solo habitan personas con tentáculos, siete ojos, zombis, y más, si no hasta un inmenso robot indestructible que se alimenta de todos ellos. Al final North 40 es un cómic que reúne aspectos a la “Stephen King”, o la cinta “In the mouth of madness” de John Carpenter.

Dicho esto, llega la hora de mi pregunta ¿exactamente que me querían contar?, el único fallo de esta serie publicada por Wildstorm, es que tiene muchas buenas ideas, buenas escenas, buenas peleas, buenos personajes y una primicia interesante, pero al mismo tiempo dan tanta importancia a cada uno de estos puntos que al final parecen más como “eventos en común con el mismo lugar” que otra cosa, la historia principal por ejemplo queda en segundo plano repetidas ocasiones a tal punto que parece que North 40 solo trata de un pueblo raro donde todos actúan como si fuera normal que a “x” persona un día le brotaron siete ojos de la frente.

Al final de los seis números uno sabe que ha leído algo de calidad, pero más que nada entretenido. El arte (como ya mencioné) es muy bueno, pero pasan tantas cosas en la historia y muestran tantas cosas extrañas, que al final, cuando aparece en escena el monstruo (la verdadera amenaza), uno piensa “ok, he visto cosas mucho peores” dejando la imagen de este ser como un simple animal grande. Y si la historia estaba enfocada en eso… prefiero quedarme con los sucesos y los personajes raros que acontecen previamente.

north 40

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