Gears of War
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Hace unos meses comente el primer número de esta serie de seis partes. Ahora todo terminó… Pero ¿terminó bien?

Y viene la pregunta del millón, todos conocemos Gears of War tanto como Halo o Doom, o Quake, o Killzone, o Resistance, o incluso como Mario BROS. Sin duda iconos que con el tiempo se ganaron la apreciación de los fanáticos de los videojuegos (o no), fanáticos que con su dinero pagan por tener los productos de dichas franquicias y en ocasiones a cualquier costo, haciendo filas en las tiendas, pagando pre-ventas y muchos etcéteras más. Así que, ¿Qué se puede esperar por dicha dedicación? De esa clase de afición por algo que simplemente adornará alguna repisa, o hará pasar un buen rato… ¿Qué es lo que se puede esperar a cambio de nuestro dinero? Bueno, eso es la calidad. La calidad de tener en nuestras manos, algo que verdaderamente amerite el hecho de ser un producto que represente fielmente de lo que se presume, de lo que se anuncia. Y eso es, que es lo mejor. Entonces ¿Qué tiene de bueno el cómic de Gears of war? ¿Qué aventuras podemos encontrar en él? ¿Qué personajes? ¿Qué desarrollo?

Siendo totalmente sincero con ustedes puedo decir que de los seis números, lo únicos no verdaderamente buenos, pero si prometedores, son los dos últimos. En ellos apreciamos que los personajes que ya todos conocemos corren un peligro del que no sabemos cómo puedan salir vivos (aunque lógicamente lo harán) y es que desde el comienzo, desde el número uno, leemos y somos testigos de eventos repletos de Locust con hambre de carnicería humana, disparos, brutalidad… y más disparos… haciendo recordar intensamente el videojuego… pero se olvidan de algo, esto no es un videojuego (y sin ofender a nadie) en un videojuego uno se convierte en el personaje principal, uno es el que pega los balazos, el que lucha, el que derrota o es derrotado, dejando una emoción en donde digamos que la mayor aspiración es la del placer inmediato (sobre todo en los juegos de disparos) donde sala a sala, pasillo a pasillo o escenario a escenario, los enemigos caen a nuestros pies poligonales; dejando lo demás muy simple. Buena historia para no aburrir, pero mejor ambientación y muy buena acción (sin olvidarnos de la música) en pocas palabras, un “circo de adrenalina”

Pero en el medio del cómic esto es un tanto más difícil ya que el lector se debe comprometer a seguir leyendo, a mantenerse concentrado, a no traicionar la narrativa adelantando o regresando páginas, a absorber cada imagen como el sentir de los héroes sobre los que leemos. Al final como en todos los medios, nos tiene que importar lo que al protagonista le suceda. Y en cierta forma, lo que le pase a Jace (narrador del cómic y personaje principal) aún siendo terrible, deja un hueco que se intenta llenar con solo disparos; creo sin duda que si el enfoque de la serie hubiera empezado como lo plantea el escritor Joshua Ortega en el número cinco todo habría sido distinto ya que es donde en verdad se nota la vulnerabilidad de los que conforman el escuadrón Delta al ser separados y heridos de cierta forma ya sea física o emocionalmente; es en los dos últimos números donde la narrativa toma una fuerza que levanta la historia y que marca la cuestión de que “no nos importa a donde van los Gears, mientras estén bien” algo que desde el principio se intenta plantear, pero vamos, si número tras número somos testigos de que no hay nada que detenga ni haga pestañear verdaderamente a los héroes, entonces ¿Por qué seguimos leyendo? Si nada les va pasar. Y peor aún, pensando que están en una posición donde cientos de enemigos continuamente salen de las entrañas del planeta “Sera” para aniquilar cualquier indicio de vida.

Al final vemos que la intención es la de marcar la esperanza sobre cualquier cosa y sobre todo sufrimiento. Jace en sus narraciones habla de cómo intenta sobrevivir, de las decisiones que toma, de su pasado, de los remordimientos y sobre todo del deseo para hacer lo correcto sobre cualquier índole que se le presente. Todo con una gran dosis (como ya dije) de violencia gratuita en la que el escuadrón Delta se mueve de un lado a otro… como si de una misión especial se tratase.

El arte a cargo de Liam Sharp claramente tiene sus momentos de gloria, ilustraciones donde las garras de los Locust emergen para despedazar a alguien, helicópteros tratando de escapar de los ataques del enemigo, ciudades destruidas y monstruos en verdad gigantescos demuestran de lo que este artista es capaz con sus líneas oscuras, sus colores sobre todo rojos y su nivel de detalle que marcan una nueva y distinta forma de notar el universo de este muy popular videojuego de xbox 360 y pc.

Gears of war (publicado por Wildstorm) no es un cómic malo, pero después de leerlo completo deja la sensación (sobre todo por los números cinco y seis) de que se tenía la oportunidad de crear algo sumamente especial, un drama sci-fi bélico donde las alusiones a la cotidianeidad de la guerra marcaran y dieran ejemplos del sufrimiento que se acarrea cuando eventos de magnitudes apocalípticas son desatados no solo sobre una población o un país, sino sobre un planeta entero.

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Sitio oficial : Wilstorm

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