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La película más cara en la historia ¿es también la mejor, o solo atrae por el resplandor de sus efectos visuales?

Creo que todo iba “normal” hasta leer la declaración de James Cameron en la que afirmaba que Avatar revolucionaria el sci-fi, porque es verdad que ha sido el director de grandes películas (aunque no sé porque se empeñan en recordar True Lies) ¿pero tanto así como revolucionar? Para eso hace falta más que efectos especiales, se necesita de todo.

La historia no presenta grandes sorpresas, es predecible y en realidad es algo que se ha visto muchas ocasiones sin la necesidad de gastar 500 millones. El personaje principal es enviado a un nuevo mundo, donde al perderse es aceptado por una tribu nativa que le enseña el significado de la vida y posteriormente al presentarse el inevitable choque entre culturas, el héroe con una nueva visión enfrenta lo que era antes.

Pero los detalles son la diferencia que por fortuna otorgan originalidad al asunto. Comenzando por el héroe discapacitado con la voluntad para luchar contra el prejuicio de quienes le rodean; la presentación de un mundo completamente fantástico y ajeno a nuestro conocimiento; y por encima de todo el manejo de la creencia Na’vi elevándola de una ideología hippie o new age, a algo comprobable de forma material.

Por su parte los efectos son espectaculares y a pesar de que posiblemente serán igualados o superados dentro de pocos años por alguna otra super producción, dudo mucho que veamos la misma calidad en su totalidad.

Pues aquí no solo se buscaron excusas para presentar un nuevo efecto chorrero, se manejaron locaciones comunes para luego añadir algún elemento extraño, o se ajusto un set para reutilizarlo 40 veces. Sino que realmente se construyo un mundo desde lo más insignificante como las plantas por las que caminan los personajes, hasta las grandes bestias que aparecen para sorprender con su naturalidad.

Porque si algo hay en Avatar es credibilidad en todo lo que presenta; No existe un solo elemento que nos haga recordar la ilusión animada y por primera vez todos los personajes actúan de una forma completamente natural en sus movimientos e incluso sus expresiones más sutiles, lo que es un verdadero logro. Y la ambientación además de compleja, refleja el esfuerzo por crear algo memorable que justifica hasta el último centavo invertido.

Otros aspectos como la actuación (que ofrece más de lo que uno esperaría de una cinta de acción a pesar de que los personajes sean estereotípicos), el sonido (acompañando cada segundo de la cinta en toda situación) y algunos efectos de cámara (zoom in-out); ayudan a que la película se mantenga dinámica en todo su desarrollo con un toque de realismo difícil de olvidar.

Para los pequeños quizá llegue a convertirse en una imagen que perdure en su memoria a pesar del continuo bombardeo de información, para jóvenes y adultos seguramente ocurrirá lo mismo que en el caso de Titanic (también de James Cameron), que sea irrepetible.

Y aunque en general puede que algunos no encuentren mayor sorpresa que los efectos visuales, son los detalles en cada elemento y el esmero en crear algo único, lo que en mi opinión no convierten esta cinta en una revolución del género, pero si la colocan en un punto bastante difícil de alcanzar y posiblemente cree la idea del antes y el después de Avatar.

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